ESTADIO ALFREDO HARP HELÚ

Estadio Alfredo Harp Helú, más que un recinto de beisbol

La casa de los Diablos Rojos del México alberga obras de artistas mexicanos contemporáneos, así como un museo que revela la relación del arte con el deporte

CULTURA

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3.5 años tardó la construcción del estadioCréditos: Arte: Nicole Flores

Una escultura en bronce se ha convertido en talismán para los aficionados del equipo de béisbol más emblemático de la Ciudad de México. Después de traspasar la reja que el artista Francisco Toledo diseñó para el Estadio Alfredo Harp Helú, los seguidores de los Diablos Rojos del México se aproximan para tocar, como si se tratará de una cábala, la pieza “Cácher” de otro oaxaqueño: Sergio Hernández, quien también ha contribuido con su obra a que el espacio sea más que un estadio.

Inaugurada apenas en marzo de 2019, la casa de los Diablos es también un rincón para el arte, donde se combina la obra de artistas mexicanos contemporáneos con el deporte. Más joven aún, es el Museo Diablos, que abrió al público en abril pasado, en el mismo sitio. “El estadio no sólo quiere funcionar como un estadio, lo que se plantea es un espacio público, abierto, con una
propuesta integral desde su inicio, donde el deporte, el arte y la cultura cierran la llave”, explica Francisco Ramos Peña Roja, director del inmueble.

Dos salas temporales y 14 permanentes. (Créditos: Antonio Nava)



A la experiencia que representa la obra arquitectónica del estadio, en un área de 66 mil metros cuadrados de construcción, el Harp Helú suma la de su museo, donde además de la historia del equipo y sus refugios, se revela una estrecha relación con el arte. “Son casi dos mil metros cuadrados de áreas de exhibición, con dos salas de exposiciones temporales donde se pretende difundir temas relacionados con el béisbol o con la cultura que representa, y después siguen otras 14 salas más”.

Francisco Toledo y su pasión por el béisbol se revelan en más de 70 obras que conforman una de las exposiciones que abren la visita: además de los apuntes que el artista realizó sobre el juego, se exhiben 14 fotografías de Gaciela Iturbide donde aparece el juchiteco con los arreos de catcher; en el otro extremo, piezas de barro de tamaño natural, elaboradas por el artista Víctor Vásquez Martínez, recrean escenas del béisbol y sus ídolos. Durante el recorrido, el espectador verá también obras de Leonora Carrington, Sabino Guisu o Demián Flores. Todas estas conforman un complemento de los murales que a lo largo del estadio han sido elaborados especialmente para el inmueble.   

Estadio Alfredo Harp Helú

  • Demián Flores, Sergio Hernández y Amador Montes elaboraron murales para el estadio
  • También el muralista José Luis García recreó la historia de los ídolos Diablos en dos obras
  • Los trofeos perdidos del equipo fueron recreados por artistas mexicanos contemporáneos
  • 3.5 años tardó la construcción del estadio 
  • 20 mil espectadores pueden albergar el edificio

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