La historia de México puede leerse a través del lenguaje visual de sus artesanías. Los creadores del arte tradicional narran en sus piezas su cosmovisión ancestral, en palabras de Octavio Paz “las artesanías pertenecen a un mundo anterior a la separación entre lo útil y lo hermoso”. Es decir, su belleza parece permanecer inalterada a través del tiempo. La memoria de México se conserva en cada pieza de barro, textil, madera o cobre. Cada objeto es un libro que al tocarlo nos traslada a los paisajes, los simbolismos y las tradiciones de las comunidades.
El año 2021 fue crucial para México y para el mundo dado la coyuntura de la pandemia de COVID-19; pero también fue una coyuntura particular para nuestra nación dado el Bicentenario de la Independencia de México y de la primera exposición de arte popular en nuestro país. En esta coyuntura, como parte de los festejos, el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), realizó la magna exposición de la VIII Edición del Concurso Nacional de Grandes Maestros del Patrimonio Arte Popular en el Palacio de Bellas Artes; y a su vez, participó en la Expo Dubái en el Pabellón de México para colocar la labor de las y los creadores del arte tradicional al mismo nivel que los artistas contemporáneos. Para tal efecto se seleccionaron piezas de 24 estados de la República: Baja California Norte, Campeche, Chiapas, Chihuahua, CDMX, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Las piezas de los artistas participantes pertenecen a los grupos indígenas zapoteco, rarámuri, nahua, tzotzil, seri, chontal, mazahua, wixárika, hñähñu, tzeltal, amuzgo, mixteco, maya, huave, purépecha y mixe. Y nos deleitan con técnicas tan diversas como alfarería y cerámica, fibras vegetales, instrumentos musicales, madera, metalistería, papel y cartón, textil, joyería, juguetes, maque y laca, papel amate y talabartería.
La ventana al mundo que representó la Expo Dubái para las y los artesanos de México se marca entonces en la permanencia de su labor y transmisión de sus saberes, a pesar de las enormes dificultades ocasionadas por el COVID-19.
Las piezas seleccionadas son reflejo también de los 500 años de resistencia indígena y fundamentales para entender el sincretismo cultural propio de los 200 años de la independencia de México.
En ese sentido la participación de Fonart en la Expo Dubái contribuyó a la difusión y comercialización de las obras de las y los artesanos de México en comunión y hermandad con los creadores de diversas partes del mundo. Las artesanías rebasan fronteras y a través del lenguaje visual establecen un diálogo de paz y armonía.
PAL