Las ficheras son acompañantes y bailarinas que, a cambio de dinero, comparten un trago, una conversación o una pieza musical con una persona. Pero, ¿quiénes son, qué hacen cuando no están en el cabaret? La artista española Paola Bragado ofrece una mirada sobre estas mujeres, con quienes ha trabajado durante casi 20 años, en la muestra Mujer platillo-Qué crees, quedó amarillo, que se exhibe en la galería de arte Hydra + Fotografía.
Se trata de una serie fotográfica conformada por retratos de ficheras, intervenida con hilos de colores; un bordado otomí hecho por la propia autora, piezas de cerámica creadas por las protagonistas de las imágenes —la mayoría, trabajadoras del Barba Azul—, y una proyección de diapositivas.
No sólo ha documentado su oficio, también las ha invitado a otros espacios en donde han desarrollado diferentes actividades como dar clases de baile, practicar yoga y crear obras de arte con cerámica. El objetivo, dice, es la desestigmatización de las ficheras. “Me interesó saber qué pasa con ellas fuera de los centros nocturnos. Son bailarinas y son madres, hijas, proveedoras que llevan un plato de comida a sus familias”, cuenta en entrevista.
El bordado es esencial en las obras, pues con esta técnica otomí siguió trabajando en este proyecto durante la pandemia, pues durante casi dos años cerraron los centros nocturnos. La artista intervino las fotografías con figuras de animales hechas con hilos de colores.
El resultado, dice Bragado, es que el acercamiento de los espectadores a las obras es más abierto y flexible porque, asegura, antes de las intervenciones, los retratos de estas mujeres resultaban incómodos e inquietantes.
“Durante el confinamiento, cosí la parte oculta de las fotografías con bordados típicos otomíes. Y en la imagen de las mujeres únicamente se ve el abigarramiento de hilos y nudos, la parte que permanece oculta. En estas fotografías intervenidas, o ves el cuerpo o ves el diseño, pero puedes apreciar ambos si te mueves lo suficientemente rápido.”
A lo largo de su carrera, la artista madrileña ha tenido especial interés en hablar específicamente de las mujeres que en todo el mundo han sido marginadas socialmente debido a su sexo, procedencia o profesión, es por ello que desde 2003, Paola ha recabado una serie de trabajos en diferentes puntos geográficos: Golden West; Reno (Reno); Siwa (Ibiza); Raval-Berlín (Barcelona y Berlín); y The mexicanas (Ciudad de México), dando como resultado importantes muestras fotográficas y audiovisuales.
“Estos grupos de mujeres se han convertido en el hilo conductor de mi trabajo, porque sus historias se desarrollan en lugares donde hay una marginación, dentro de culturas muy patriarcales”, expresó Bragado.
Es con esta muestra que los visitantes encontrarán una visión extranjera y artística de las mujeres bailarinas mexicanas.
CAR