HUGO HIRIART

Hugo Hiriart, el escritor y creador desfachatado

Acaba de cumplir 80 años, el escritor, dramaturgo y artista plástico afirma que se dedicó al arte porque siempre ha sido irresponsable

CULTURA

·
INICIOS. Fue dibujante, pero se dio cuenta de que no aguantaría y lo abandonóCréditos: Leslie Pérez

“Claro que no, uno nunca está satisfecho”, dice, sin más, Hugo Hiriart (CDMX, 1942) sobre su obra. El autor de siete novelas, ensayos, obras de teatro, libros infantiles e infinidad de artículos y entrevistas periodísticas, acaba de cumplir 80 años y no se engaña: “el arte se hace con inconformidad, el motor que tienes es esa insatisfacción, dices ‘no me salió bien, pero la otra…’”.

Sin la voz de Hiriart el teatro y la intelectualidad mexicana de la segunda mitad del siglo XX no se entiende, forma parte de esa camada de mentes hechas de una sola pieza, dueñas de “gran desfachatez para todo lo que se refiere al arte”. Con los años, la calma ha llegado: durante la charla, en su casa de San Ángel, parece envidiar la tranquilidad de sus tres gatos, a los que constantemente contempla.

“Ha habido muchos intentos de hacer elogios de la vejez, muchos, es una tentación, pero no, es un declive, es una disminución de todo”, reconoce. La mente de Hiriart sin embargo, conserva ímpetu: habla como un torrente de una y otra cosa a la vez,  recuerda con exactitud nombres y lugares, y, con seguridad, afirma cosas como: “El teatro no se escribe en casa de uno, sentado, tendría que escribirse en el escenario”.

Si la mirada parece perderse y los pasos son lentos y deben apoyarse en alguien, la desenvoltura de Hiriart sigue sin límites; ocho décadas después lo sabe, es artista porque es irresponsable: “Siendo estudiante me dí cuenta que debía estudiar algo que me permitiera serlo”. Intentó estudiar arquitectura, pero no le gustó, oía música como empedernido y lo que más le gustaba era dibujar, aunque rápido se dio cuenta que no aguantaría seguir en La Esmeralda y huyó.

En su lugar le quedó la palabra. Pero Hiriart es de otra época, de los que aprendieron a admirar a los grandes; a los autores jóvenes, dice, “más que leerlos los he evitado”. Ahora relee mucho, en el escritorio está su insustituible “Al filo del agua”. Sabe que en el arte no hay camino sin dedicación: “ Si tu lo haces con esa dificultad y esa calma, que es como escribir el capítulo primero de una novela, después se van juntando capítulos, ensayos bien hechos, hechos con deliberación y con todo el arte que puedes”.

ELEMENTOS

  • Para festejar su cumpleaños 80, Hiriart está exponiendo sus dibujos.
  • Su obra se exhibe en la galería El Rojo, de la zona de Tacubaya.
  • Acaba de escribir un libro sobre religión y dice que no publicara sus diarios.

 

CAR