ARTES

Susana Campos: Trazos de sanación y libertad

La artista ha creado piezas que reflejan cómo es vivir con Parkinson; se exhiben en el Salón de la Plástica Mexicana

CULTURA

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El 1 de mayo es el último día para visitar la obraCréditos: Guillermo O' Gam

Poco después de cumplir los 70 años de edad, la artista Susana Campos fue diagnosticada con Parkinson, pero nunca, dice, ha dejado de pintar. Un día decidió emprender un proyecto personal sobre la enfermedad, se postuló para el entonces Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y obtuvo una beca por tres años.

Así nació “El reflejo del síntoma de un mal en el trazo”, conformada por una veintena de obras en las que recrea en imágenes la aceptación de la enfermedad y la adaptación a las dificultades motrices y de coordinación como parte de su vida cotidiana.

“No es nada agradable tener Parkinson, el gris y el negro expresan una situación anímica especial, es una forma de compartir una experiencia que no es trágica, es difícil, todo para mí es más difícil. Sin embargo, no he perdido memoria y creo que, hasta cierto punto, me mantengo sana”, explica en entrevista.

La realización de las obras que se exhiben en el Salón de la Plástica Mexicana, además de mostrar su trabajo artístico, plantean un enfoque terapéutico ya que se ha demostrado que la estimulación constante de motricidad fina y gruesa, coordinación, atención, planeación y ejecución, además de mantener activas y de mejor ánimo a las personas que padecen Parkinson, ayudan a mantener la conexión neuronal que se relaciona con los procesos cognitivos. 

“Siempre he sido una persona libre, activa, ahora tengo muchas limitaciones, dependo de mi familia y eso sí me ha afectado, pero trabajar me ayuda a compensar, saco mis frustraciones, con las líneas que se mueven permanentemente puedo expresar mis emociones; imagino que mi cerebro está así, con una serie de movimientos constantes. Al final de cuentas, lo que más temor da es dejar de ser uno mismo, pero si logras seguir con tus hábitos de toda la vida te estás defendiendo, estás dando la batalla y eso es lo más importante en la vida, dar la batalla, no dejarte”, añade.

La artista, con más de treinta exhibiciones individuales en México y cuyo trabajo ha sido reconocido por el Salón de la Plástica Mexicana desde 1966, sostiene que lo que más le interesa es que el público se acerque a su obra. “Espero que considere que es al menos interesante, que expresa algo; no me gusta la idea de que me tengan consideraciones, algunas amigas me hablan de mi esfuerzo, es posible que lo haga, pero trabajar me da más placer que sufrimiento”, concluye.

La muestra se puede ver en el Salón de la Plástica Mexicana, ubicado en Colima 196, colonia Roma Norte, Ciudad de México, de martes a domingo, de 11:00 a 17:00 horas, hasta el 1º de mayo. Entrada gratuita.

PAL