ARTES

El trazo infinito de Juan Latapí

El artista mexicano encontró en el arte la salvación a los problemas de identidad que le aquejaban

CULTURA

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El muralista también trabaja para empresas y es embajador de SharpyCréditos: Especial

Podría decirse que a Juan Latapí lo salvó el arte: “no en el punto de que estuviera a punto de suicidarme, pero si porque me llevó a un rumbo que ahora disfruto mucho”, cuenta en entrevista. El artista estaba pasando una crisis de identidad y de repente ahí estaban el cuaderno y los plumones que nunca le habían abandonado: “Empecé con unos rotuladores, en una hojita, ese fue el momento en que dije ‘esto está increíble’, fueron tres horas; me liberé, me relajo”.

El arte nunca había estado lejos, Latapí se confiesa “el típico morro de los plumones, que en todas mis libretas tenía dibujos, garabatos”. Pero al igual que a muchos, el tabú de las artes retrasó su llegada: “Uno de mis grandes sueños frustrados fue ser músico, mis papás me empiezan a decir ‘la música no te va dar de comer’, y sí, me frustré en ese entonces”. Entonces, decidió estudiar comunicación y se empleó en diferentes medios de comunicación, pero seguía sin sentirse pleno.

Gracias a una terapeuta se puso a dibujar y ya no paró: “Fue un camino muy orgánico, yo lo atribuyó a esa necesidad de expresarme y también de sentirme en incomodidad, de seguir mis sueños”. Hace unos siete años decidió dedicarse por completo al arte. Autodidacta, sólo dió rienda suelta a una manera de pintar muy característica: el llamado automatic drawing, que exploran otros artistas como Keith Haring, Mr. Doodle y en México Yesterman Sux y el mismo Latapí.

Latapí compara su trabajo con el de la improvisación en el jazz, que comienza a surgir con la primera nota, en su caso con la primera línea; él le llama ‘trazos infinitos’ y como otros artistas, dice, “se definen mucho por cómo me siento en ese momento, por cosas que están sucediendo como la guerra de Ucrania, la cuestión social en México o la pandemia, pero también empieza como un proceso de inspiración automático e improvisado”.

Siendo infinitos, sus trazos han derivado en murales, que realiza en cualquier superficie, ya sea con marcadores o acrílico, pero también en lienzos, y últimamente, su estilo ha mutado a crear formas abstractas, casi universos oníricos. Sus obras están en España y en EU; después de exponer en el Centro Cultural San Ángel y en Paseo Interlomas, Latapí está por llevar unas piezas más a Miami y dice que a principios de año participará en un proyecto de murales a lo largo de la ciudad. 

  • Kandinsky, Basquiat y Picasso están entre sus influencias
  • Con Yesterman Sux realizó un mural colaborativo 
  • Su trabajo se puede seguir en @JLatapi_ y jmlatapi.art 
  • Ahora trabaja con un particular en un díptico de gran formato 
  • También trabaja para empresas y es embajador de Sharpie

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