Recurriendo al imaginario popular, decorativo y artesanal, así como a los estilos artísticos que han dejado de tener relevancia oficial como el grafiti, Lari Pittman busca plantear los códigos morales del arte, en su más reciente retrospectiva “Lo que se ve, se pregunta”.
A través de cuestiones que tienen que ver con la ética y los valores, pero también con la arquitectura de las grandes ciudades, sus elementos iconográficos y pictográficos, el pintor reflexiona sobre temas como la identidad, el feminismo, la violencia hacia la mujer y las segregación de las clases sociales.
Respecto al título de la exposición, que hace alusión a una de las frases más famosas del cantautor mexicano Juan Gabriel “lo que se ve, no se pregunta”, Pittman explicó que le pareció pertinente utilizarla no sólo para conectar con las audiencias, sino emplearlo a la inversa y hacer "lo evidente (injusticias, discriminación) visible”.
En la exposición, se pueden observar trabajos como su primera obra “Donde nací”, una pieza que refleja la mezcla cultural que forma parte de su identidad, así como otras de su producción más reciente, en las cuales, el artista combina referencias de la historia del arte y sus códigos morales.
Las obras de Pittman que forman parte de la muestra varían en escala, desde paneles casi muralísticos, hasta obras sobre papel que se caracterizan por el detalle, la saturación de estilos, personajes y fragmentos textuales.
“Me gusta la cultura de las ciudades grandes, me gusta observar la arquitectura que las viste, a los ciudadanos, observar la calle, las culturas y cómo converge todo, eso me inspira, soy un observador”, manifestó el artista.
Con más de cuatro décadas de arte contemporáneo, “Lari Pittman. Lo que se ve, se pregunta”, permanece del 4 de noviembre al 26 de febrero en el Museo Jumex.
MAAZ