CIENCIA

El extravagante experimento de ratones basado en la sobrepoblación

La población de ratones llegó a contar con más de 500 integrantes

CULTURA

·
Experimento de sobrepoblación hecho con ratonesCréditos: Especial

John Calhoun, investigador y etólogo estadounidense, decidió iniciar un experimento basado en la sobrepoblación el 9 de julio de 1968. Para comenzar su experimento, colocó ocho ratones machos y hembras en una pequeña caja de alrededor de siete metros cuadrados. Contaban con provisiones de comida, refugio, y cualquier otra elemento necesario para, más que sobrevivir, vivir cómodamente.

El objetivo primordial era observar como una “sociedad” con todo lo necesario para vivir oportunamente caía en un estado de paulatino deterioro hasta que, debido a las condiciones de los mismos individuos que formaban parte del mundo, perdían el interés en reproducirse u obtener otras necesidades básicas, a pesar de tenerlo a su disposición.

La idea de Calhoun lucía prometedora, tal y como una posible utopía, un lugar donde los seres vivos no tenían la necesidad de recurrir a la violencia, la caza de otras especies, no habían enfermedades, y tampoco carecían de lo esencial para desarrollarse como comunidad. Pero, después de varios sucesos, los científicos se dieron cuenta del infierno que habían escenificado para las pobres criaturas.

Universo 25

Era denominado el “paraíso de ratones” o "Universo 25", y la población de ratones había sido generada en el Instituto Nacional de Salud en Bethesda, Maryland.

Cientos de ratones en el experimento de John Calhoun
FOTO: Especial

Posteriormente, ya que los ratones se reproducirían, el lugar para habitar consistiría en 250 metros cuadrados. Al principio, el etólogo esperaba que se produjera una población de 5 mil ratas, pero no logró llegar a las mil.

Lo que John Calhoun buscaba era examinar los paralelismos de la sobrepoblación en un ciudad de ratones con una de seres humanos. Se aseguró de proporcionar aserrín, tubos para poder recorrerlos, y lugares donde descansar. Pero después de 315 días, en agosto del año 1969, cuando la población llegó a 620 ratones, su mundo empezó a colapsar.

Cuando llegaron a esta cifra, empezaron a surgir “jerarquías” de ratones, y no todos poseían el mismo nivel y capacidad de espacio o “derechos” dentro de la ciudad.

La reproducción disminuyó exponencialmente, y las hembras optaban por aislarse, con un deterioro en su comportamiento al ser más apáticas, permanecer en un solo lugar, e incluso matar a sus propias crías. Y si el infanticidio no era el caso, las madres simplemente alejaban a sus primogenitores en mayor brevedad de lo que acostumbraban anteriormente.

Por otra parte, los machos preferían estar en el centro de su establecimiento para siempre buscar comida o arremeter contra otro ratón que no respetara su espacio lo suficiente.

Existía otro sector de ratones denominado “los guapos” que solo se dedicaban a lamerse para limpiarse a sí mismos, comer y dormir. Este conjunto significó por un breve periodo de tiempo la esperanza para el resurgimiento del bienestar en la población, pero después su papel no contribuyó debido a su principal defecto, el negarse a reproducirse.

Gráfica del crecimiento poblacional de las ratas
FOTO: Especial

Después de menos de dos años que inició el experimento, nació el último de los ratones en el Universo 25, y fue en 1973 cuando pereció el último ratón.

Ese mismo año, John Calhoun publicó su investigación con el título de “Death Squared: The Explosive Growth and Demise of a Mouse Population” que se podría traducir como “Muerte Cuadrada: El explosivo crecimiento y fallecimiento en la población de ratones”.

Desde el principio, el investigador aclara que el texto habla más que nada de ratones, pero sus pensamientos están en el hombre. El etólogo pretendía encontrar la solución al problema, y afirmaba que había asegurado resolver la cuestión de las necesidades fisiológicas y todo bien material necesario para los roedores, pero no había saciado la necesidad “del espíritu”.

Tiempo después decidió estimular la creatividad de sus poblaciones, pero de igual manera todas y cada una de ellas perecieron.