Digo que algo
se rompe de la nada
cuando lo visible
es una región intacta,
cuando la grieta
elude nuestra mirada,
pero sentimos algo
quebrado en el aire
y saberlo irreparable
no incomoda
ni nos duele.
Nada se rompe del todo,
solo se rompe de la nada.
Lo tangible lleva ventaja
porque conserva su límite,
lo invisible, en cambio,
puede medirse por el agua
fuera del vaso.
No podemos vislumbrar
la otra orilla de nada,
no hay algo que empiece
a romperse por su grieta,
la fractura es anterior al objeto.
Digo que algo
se rompe de la nada
cuando permanece
entero por fuera
y perdió su realidad
por dentro.
(Inédito). Ciudad de México, 2021.
Por Álvaro Vallarta
PAL