ARTE

Artista usa el collage para expresar sobre sueños y arrebatos

La artista sonorense Mariana Mendivil reúne 14 piezas que crea a partir de imágenes que va encontrando en libros viejos

CULTURA

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RETRATA SUS SUEÑOS.Estas obras revelan la psique de la artistaCréditos: Especial

Testimonios y fragmentos del cuerpo femenino desarticulados a través del collage analógico, conforman la exposición “Restos”, de la artista mexicana Mariana Mendivil (Hermosillo, Sonora, 1995), donde establece un diálogo íntimo con sus sueños, pulsiones y arrebatos.

También cineasta, Mendivil reúne 14 piezas, que, a la manera de las vanguardias históricas de principios del siglo XX, contienen composiciones que se desdoblan y desbordan a través de la imagen superpuesta, del pedazo de recorte que imita los restos de la memoria (psíquica y corporal), y se despliegan hasta configurar escenas surreales y oníricas.

“Para mí el collage es un medio de experimentación que tiene mucho que ver con el cine: es un trabajo de fragmentación en busca de unidad, es apreciar las imágenes fragmentadas y resignificarlas con una nueva mirada. Creo que ahí es donde reside su fuerza, en esta resignificación de los elementos al relacionarse. Y en cierta manera, eso sucede en el cine: cada plano va alterando el significado del pasado, agregando capas de información o sensaciones”, considera la sonorense.

En la serie que se exhibe hasta el 25 de julio en El Desastre/Librería (San Francisco 521A, colonia Del Valle), el papel se convierte en pieza fundamental tanto para la construcción de cada obra como para la creación de la narrativa. Con cada elemento contenido en las piezas, Mendivil encuentra la unidad desde la fragmentación y resignifica su totalidad desde sus partes aisladas.

“Prefiero el collage análogo que el digital por el diálogo que se crea entre mis ideas y los estímulos externos. Son imágenes que rescato casi siempre de libros de los 80 y anteriores, como un juego constante donde el pasado es llamado para resignificar el presente; como si fueran las raíces del presente. Al trabajar con libros viejos, encuentro una disyunción constante y disruptiva entre propuestas estéticas de distintas épocas, desde una perspectiva presente, personal”, agrega.

Por Luis Carlos Sánchez