Para la mayoría, el término queer, en su sentido original, es sinónimo de marica y homosexual: una forma escarnio hacia las personas LGTBB+. La exposición Cuir Curious trazó varias líneas de trabajo y de valoración de lo “Cuir” (queer), tanto en lo cultural como en temas requeridos de diversidad de miras: la ecología, la espiritualidad, la moda y, claro, la sensualidad no binaria.
La exposición curada por Joe Springer reunió a artistas muy diversos, que interpretamos el tema “Cuir”. Gigi Mizrahi, Valeria Div y Dulce Pinzón lo abordaron desde la teatralidad: con personajes y puestas en escena desplegando el aspecto dionisiaco, celebratorio que hay detrás del término.
Vimos como el Juan Diego “Cuir”, ataviado con su tilma, daba origen a otro mito, el de la sexualidad devota de la Virgen de Guadalupe, en la provocadora fotografía de Dulce Pinzón. Mizrahi obsequió al público con fotografías de un festejo pánico, en la cual se fundieron los recursos de las drags disfrazadas de Charlie Chaplin y cabareteras. Las creaciones de Valeria Div se decantaron por la indumentaria, el lenguaje del cuerpo y la sensualidad lésbica.
Dorian López, fotógrafo que ha roto las fronteras en la moda, introdujo temas clásicos, como el Narciso, acompañándolo de modelos cuyo fenotipo y vestuario refuerzan el atractivo local. Cuerpos que incorporan color y formas, actitudes y lenguajes surgidos del barrio, adoptan posturas y desplantes indígenas. Chequen su Instagram: @dorianuliseslopezmacias.
Como parte del contingente de talento, Lucy Navarrete presentó un desfile de creaciones suyas a partir de su impresionante colección de moda retro, adaptada y reinterpretada con materiales y accesorios de su creación. La pasarela le dio a la noche de inauguración una presencia viva de la cual pudimos participar los asistentes. Héctor Ramos, debutante que cerró la pasarela con sus diseños de accesorios bondage.
Mi propuesta pictórica consistió en varias obras de distintas series en las que abordo obsesivamente la fusión de géneros. Me interesa sobremanera la imbricación de lenguajes, tanto del color, como el desnudo, y el retrato sin otro pretexto que el poner en evidencia la ausencia de límites en todo. Disfruto del bodegón, la belleza de los interiores y los ambientes sutiles.
Pienso que luego de un largo silencio impuesto por la pandemia, Cuir Curious fue ocasión para reunir puntos de vista sobre la cultura “cuir”, replantear la identidad y la necesidad de las redes presenciales espontáneas. La vibra “cuir” está ingresando en todo tipo de temas. Necesitamos un partido “cuir” que represente los derechos de la gente distinta, de los animales y la naturaleza, y nos incite a revisar los modelos patriarcales de hacer política y cultura. Yo espero que así sea. Cuir curious se presentó en la Galería del Reloj, parque Lincoln, en Polanco, del 29 de abril al 10 de mayo.
Por Jules Carp
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