EVANGELIOS APÓCRIFOS

Los evangelios apócrifos de Jesucristo, el lado “B” de la Biblia

Todos conocen la historia de Jesús gracias a los evangelistas, pero existen “otros datos" que llenaron algunos huecos o contaron una verdad diferente

CULTURA

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Existen huecos en la historia contada sobre la vida de Jesucristo que no pasaron inadvertidos. Foto: Archivo | CuartoscuroCréditos: Cuartoscuro

En la gran mayoría de las casas de los mexicanos hay libros, de los cuales todos coinciden con el mismo (o eso podría parecer): La Biblia. Esta publicación es esencial dentro del catolicismo y son una ley para la doctrina; sin embargo, existen “otros datos” que ponen en duda la versión oficial de lo que realmente ocurrió en la época en la que Jesús profesó la palabra y realizó sus conocidos milagros.

Es posible que los hechos hayan sucedido de otra forma a como los conocemos y como en aquellos años no había tecnología que captara las cosas tal y como hoy lo hacemos, es lógico pensar que diversos acontecimientos terminaran tergiversados y por qué no, ajustados a conveniencia con el paso del tiempo.

Los autores de los evangelios apócrifos intentaron llenar con sus relatos los “huecos” que dejaban los cuatro evangelios aceptados por la Iglesia. Es por esta causa que abundan en datos sobre la vida oculta de Jesús y transmiten detalles de sucesos recogidos por los evangelistas.

¿Qué otras lecturas existen además de la Biblia?

¿Judas Iscariote fue realmente un traidor?

Uno de los famosos documentos que dan un lado “B” de la Biblia es el “Evangelio de Judas” el cuál contradice la versión oficial de los hechos. 

En este caso el antiguo texto, encontrado en la década de los 70 en Egipto, señala a Judas Iscariote (conocido por ser el traidor) como el discípulo más fiel de Jesús que sí lo entregó a los romanos, pero a petición de él mismo.

Verónica y el lienzo con el que limpio el rostro de Jesús

La mayoría conoce la historia de Verónica, la mujer que enjuagó el sudor y la sangre de Jesús cuando este llevaba la cruz a cuestas. En el apócrifo Muerte de Pablo se lee una versión muy distinta que pone en duda la existencia del famoso milagro: 

“Cuando mi Señor se iba por ahí predicando, y yo carecía de su presencia muy a pesar mío, quise que me pintaran su imagen, para que, mientras me veía privada de su presencia, me diese al menos consuelo su figura. Y cuando llevaba el lienzo al pintor para que me la pintara, mi Señor me salió al paso y me preguntó a dónde iba. Cuando le expliqué la causa de mi marcha, me pidió el lienzo y me lo devolvió señalado con la imagen de su venerable faz. Por consiguiente, si alguien mira con devoción su aspecto, obtendrá el beneficio de su curación”. 

Los nombres desconocidos de personajes anónimos

En el caso de los personajes que, aunque no tienen un peso grande en la historia, destacan por aparecer tras la crucifixión de Jesús. En este caso hablamos de los ladrones que sufrieron el mismo castigo que él y el del soldado romano que clavó su lanza en el costado de Cristo para asegurar su muerte.

De acuerdo con el Evangelio de Nicodemo los delincuentes se llamaban Dimas y Gestas. Por su parte, el soldado se llamó Longino y su cargo fue el de centurión.

Jesús en los infiernos

Otro episodio que aparece esbozado en los evangelios ubican a Jesús entre la muerte y la resurrección, justo en su descenso a los infiernos. Las breves alusiones aparecen en la Primera epístola de Pedro; sin embargo, este hecho se desarrolla en la segunda parte de un apócrifo, el Evangelio de Nicodemo.

En este texto se habla de las narraciones de Leucio y Carino, dos personajes que resucitaron junto con Jesús. En ella explican su permanencia en el Infierno y cómo, tras un resplandor, se pudieron liberar de este siniestro lugar, a pesar de los esfuerzos de Satán por retenerlos. 

“Se hicieron añicos las puertas de bronce, los cerrojos de hierro quedaron reducidos a pedazos, y todos los difuntos encadenados se vieron libres de sus ligaduras, nosotros entre ellos». Entonces «penetró dentro el rey de la gloria en figura humana, y todos los antros oscuros del infierno fueron iluminados. Enseguida se puso a gritar el Infierno mismo: “¡Hemos sido vencidos!”

La verdad probablemente nunca salga a la luz, pero es interesante saber que existe otra versión de los hechos que todos recuerdan en Semana Santa

Con información de National Geographic

lhp