En diciembre se cumplirán seis años de la muerte de Lemmy Kilmister, vocalista de Motörhead, quien dejó este mundo dos días después de que un médico le dijo que tenía cáncer cerebral, aunque una autopsia reveló después que el fallecimiento se debía al cáncer de próstata, arritmia cardiaca y a un paro del corazón.
La última voluntad del músico no fue dada a conocer hasta hace unos días, cuando unas fotografías comenzaron a ser distribuidas a través de las redes sociales.
De acuerdo con esta información, el frontman dejó dicho en su testamento que quería que su cuerpo fuera cremado y las cenizas depositadas en balas.
¿Qué se hizo con las balas?
Después de cumplir con esta voluntad, su familia estaría encargada de llevarle a sus amigos y personas más cercanas estos objetos en unas cajas de cristal que fueron entregadas la semana pasada.
Esto fue dado a conocer por el presentador de radio y televisión Riki Rachtman, quien fue una de las personas más cercanas al líder de Motörhead. En su mensaje, asegura que se sintió conmovido por la acción.
Días antes de morir, el rockero aseguró que se encargaría de vivir con desenfreno hasta que su vida se extinguiera. La noticia de su muerte, ocurrida el 28 de noviembre de 2015 fue un duro golpe para el rock.
GDM