La Ciudad de México es una de las orbes más importantes y cosmopolitas del mundo. Su historia cuenta con más de 300 años y en la actualidad es considerada como la capital más emblemática del continente americano. Sus calles cuentan un sinfín de historias, una de ellas es Paseo de la Reforma, que se erige como la vialidad más importante de la capital.
En 1864, durante la intervención francesa, los conservadores decidieron nombrar a Maximiliano de Habasburgo como emperador de México, mientras el gobierno republicano, encabezado por Benito Juárez huía al norte del país. El francés decidió llevar a cabo una serie de reformas que tenían como objetivo modernizar al país, entre ellas se encontraba la elaboración de una infraestructura.
Inicios
Uno de estos proyectos fue el que tenía como finalidad la conexión del Palacio Imperial (hoy Palacio Nacional) con el Bosque de Chapultepec, en donde se encuentra el Castillo de Chapultepec, lugar de residencia de Maximiliano y su esposa Carlota Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha, este trazo llevó como nombre inicial Paseo de la Emperatriz.
Tras el fracaso del denominado Segundo Imperio Mexicano, el proyecto fue olvidado. Cuando el presidente Juárez regresó a la Ciudad de México fue recibido en la glorieta del Caballito, con la sorpresa de que el ayuntamiento de la capital renombró el Paseo de la Emperatriz como Paseo Juárez. De inmediato, el jefe del Ejecutivo decidió cambiar el nombre a Paseo de Degollado, en honor a Santos Degollado.
Foto: Especial.
Su apertura al público se dio el 17 de febrero de 1867, para entonces ya contaba con camellones y arboledas entre el tramo de la glorieta del Caballito y glorieta de la Palma. Los trabajos continuaron, pero fue en 1977 cuando el presidente le dio el nombre actual Paseo de la Reforma. Se concluyeron los camellones peatonales hasta Chapultepec y se sembraron sauces, fresnos y eucaliptos.
Desde ese momento ya se notaba el afrancesamiento del proyecto, pero fue durante el mandato de Porfirio Díaz cuando se determinó estilizarlo y terminarlo como. Al mismo tiempo, se colocaron monumentos para recordar a los héroes nacionales. Hacia 1877 se colocaron la estatua a Cuauhtémoc y la de Cristobal Colón. Mismas que permanecen hasta hoy.
Al inicio del Siglo XX dieron comienzo los festejos por el Centenario de la Independencia, por lo que el Paseo sufrió de un ensanchamiento en algunas de sus partes, pero lo más relevante fue la colocación de instalaciones eléctricas, alcantarillado y el Monumento a la Independencia, mejor conocido como 'El Ángel', y que se erige como el monumento más emblemático de la capital.
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Desde sus inicios Paseo de la Reforma contó con habitantes de nivel socioeconómico alto. Por ello, al concluir la Revolución Mexicana, creció su longitud después de renombrar al camino que subía a Tecamachalco como Prolongación Paseo de la Reforma, hasta donde se encuentra su cruce con Paseo de las Palmas, zona conocida como Lomas de Chapultepec.
Modernización
En la década de los años cuarenta comenzó su pavimentación y en 10 de octubre de 1942 se inauguró la fuente de la Diana Cazadora, que en un principio se ubicaba al frente de la actual Puerta de Leones, pero en 1972 tras la construcción del Circuito Interior fue removida, quedando oculta durante algunas décadas, hasta que fue removida a su ubicación actual en 1994.
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Durante los años sesenta, se inició el proyecto de modernización de la ciudad, por lo que el Paseo de la Reforma fue prolongado con 2.6 kilómetros al norte. Esto implicó que el trazo siguiera desde la glorieta del Caballito hasta la glorieta de Peralvillo. Fue por esto que se tuvieron que demoler varias construcciones. A diferencia del primer tramo, esta zona tuvo una pobre siembra de árboles.
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Actualmente, el Paseo de la Reforma se levanta como la vialidad más importante de la Ciudad de México, ya que conecta el norte con el poniente de la capital. Su trazo abarca zonas importantes como Tlatelolco, colonia Juárez, colonia Cuauhtémoc, Chapultepec y es la entrada el centro histórico por la avenida Juárez.
A lo largo de su historia, este proyecto ha sido testigo de la Revolución Mexicana, movimientos sociales (fue la arteria principal de las protestas en 1968), espectáculos masivos de entretenimiento y en nuestros días se lleva a cabo el paseo dominical ciclista, que tiene como fin la activación física.
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rcb