Del trabajo en la fábrica al home office o del aguador al repartidor de garrafones, pasando por el camotero, el zapatero o el viene-viene, todos los oficios han sido motivo para el arte. Para festejar 35 años de existencia, el Museo Nacional de la Estampa (Munae) abre hoy la exposición "Mano de obra. Oficios en la gráfica mexicana, siglos XIX y XX", una exhaustiva revisión que muestra "la evolución de los trabajos, los medios de producción y su subsistencia en la sociedad mexicana".
Con un planteamiento que ha querido alejarse de la tradicional forma de ver la gráfica en México, enfocada sólo en su apoyo a las luchas sociales, los curadores Raúl Cano Monroy y Karen Juárez Peña han elegido más de 280 piezas, de más de 180 artistas, en las que los oficios son los protagonistas: "tratamos de mostrar que la gráfica sigue siendo elocuente de la sociedad mexicana, que va de la mano y es testigo de los cambios que experimenta", dice Cano.
Al mismo tiempo, pero sin desdeñarlos, la exposición busca mostrar a artistas más allá del Taller de la Gráfica Popular (TGP) y de José Guadalupe Posada, para establecer un panorama continúo de creación en los últimos dos siglos: "El tema de los oficios en el campo de la gráfica ha sido relegado a segundo plano, cuando hablamos de ella siempre se piensa en el TGP, en Posada, se habla de una gráfica para la lucha social, siempre encaminada a los movimientos obreros, magisteriales y del campesino". Para armar la muestra, los curadores hurgaron en la colección del Munae e invitaron a decenas de artistas y colectivos.
Organizada por núcleos incluye el trabajo de artistas consagrados como Susana Neve, Alfredo Zalce, Mariana Yampolsky, Adolfo Mexiac, Alicia Venegas, Pablo O´Higgins, Edelmira Losilla o Leopoldo Méndez, pero el 90 por ciento jamás ha estado en un museo, creadores cómo Noel Rodríguez (Gráffika urbana), Luisa Estrada, La cuija gráfica, Clarissa Alamilla, Gabriel Ávalos, Marisol Castro y Buba Za y otros como Miguel Vázquez Arce, Francisco Luna, Fermín Rojas y Otilia Molina, que fueron quedando en el olvido.
"La exposición empieza del campo a la ciudad, con el obrero, el albañil y el campesino como arquetipo, pero también oficios como los aserraderos, las hilanderas, los picapedreros, los maestros, el ferrocarrilero, los ladrilleros; hay una sección de oficios relacionados con la gastronomía, el taquero de pastor, el de canasta, que va de la mano de los tianguis y los mercados; y también oficios de la calle como la prostituta, la cabaretera", señala.
¿QUÉ MÁS?
- El título de la expo se refiere al trabajo manual que se realiza en diversas industrias
- Pero también se refiere a la mano creadora de la obra, del artista, que logra captar la realidad
- Se incluyen oficios como el tragafuegos, el músico callejero, el bolero o el organillero
"La gráfica nos muestra que ha habido una evolución de empleos, muchos han desaparecido y otros están en peligro de extinción".
Raúl Cano Curador
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