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Arte emergente: José Ignacio Nuño (Ciudad de México)

Su trabajo evoluciona en la pintura figurativa y la abstracta y funciona como mecanismo de equilibrio

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Jose Ignacio Nun~o. Foto: Instagram

Nuño estudió Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México y se especializó en artes visuales. En 2021 recibió una beca por el FONCA para poder acudir a una residencia artística en España. Su trabajo evoluciona de forma simultánea en la pintura figurativa y la abstracta y funciona, en cierta medida, como un mecanismo de equilibrio entre ambos universos.

Entre sus series más importantes se encuentran El realismo se cura con lo abstracto y BioMural, un proyecto de Land art en el que utiliza pintura biodegradable sobre rocas en espacios naturales. Además, realiza un esfuerzo de conservación y conciencia ambiental a través de Abejas solitarias, proyecto que recolecta especies de abejas atípicas, las clasifica y utiliza como referencia en pintura al óleo.

El artista utiliza el arte como herramienta de análisis de la experiencia humana, donde procura equilibrar su percepción personal con una percepción naturalista, abstracta y científica. Para él, es un privilegio dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través del arte y la creatividad.

¿Cómo definirías lo que haces?

Trabajo para poder hacer aquello que he admirado toda la vida. La pintura siempre me ha emocionado y constantemente me reta. Se ha convertido en la principal arma con la que me impongo al mundo, para analizarlo y al mismo tiempo, decirle que aquí estoy siendo parte de él.

¿Dónde encuentras tu inspiración?

Toda vivencia es un punto de partida para la inspiración, pero en especial me interesa la manera en que la vida se interrelaciona y se construye gracias a las partes que la componen. Desde lo invisible  -como el micro bioma- , los sentimientos o las ideas, hasta la diversidad de insectos, animales, espacios y personas.

Me considero un peldaño más en la pirámide de la estética que ha sido construida por todos los pintores que nos precedieron, por lo que, sin lugar a dudas, una de mis grandes inspiraciones es la historia de la pintura.

¿Cómo describirías tu proceso creativo?

La búsqueda del equilibrio entre el mundo físico y el mundo de las ideas me ha llevado a trabajar tanto con el arte figurativo, como la abstracción. Cuando me colmo de uno, trabajo en el otro y así no paro de producir. Alternar entre estos lenguajes me permite equilibrar mi energía y minimizar el desgaste. Sin embargo, reconozco cuando no es momento de pintar y es momento de leer, investigar o relajarse. Reconozco la diversidad de personalidades que existen en mí y procuro destinar tiempo para todas.