DANZA

La revolución de la danza en México

Una vez consolidada la danza clásica, se vio superada por un mundo en el cual una nueva propuesta estética surgió en busca de una voz propia

CULTURA

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ANA MÉRIDA, EN ENSAYO, CA. 1950. Fotografía: Nacho López. Colección Nacho López. D.R. INAH. México.Créditos: Foto: Cortesía

Desde la época prehispánica, la danza ha estado presente en nuestro país a través de diversos ritos que permitían establecer contacto con lo divino. Durante la Conquista fue constante su prohibición, por considerarse prácticas idolátricas; sin embargo, éstas sobrevivieron bajo formas sincréticas. Asimismo, la gran variedad de bailes que integran la danza folclórica representan nuestra vasta identidad. Sin embargo, además de estas manifestaciones, durante el siglo pasado, México fue testigo de una revolución en la danza moderna, en la que las mujeres constituyeron un eslabón fundamental.

A inicios del siglo XX, se reconocía al ballet clásico como la única expresión formal de la danza, no obstante, carecía de espacios institucionales. Fue hasta 1931, cuando se creó la Escuela de Plástica Dinámica, espacio que permitió a las hermanas Nellie y Gloria Campobello presentar El Ballet Simbólico 30-30. Desde entonces, las hermanas formaron una serie de aliados que las llevó, en 1937, a fundar la Escuela Nacional de Danza (END), primera institución pública de ballet, y casi una década después el Ballet de la Ciudad de México.

NORTE, ENSAYO DE BALLET, CA. 1950. Fotografía: Nacho López. Colección Nacho López. D.R. INAH. México.

Una vez consolidada la danza clásica, se vio superada por un mundo ávido de originalidad e individualidad, en el cual una nueva propuesta estética surgió en busca de una voz propia. El inicio de la danza moderna no hubiera sido posible sin la aportación de Waldeen y Anna Sokolow, quienes en 1939 llegaron al país, y en poco tiempo encendieron nuevas inquietudes. Guillermina Bravo y Ana Mérida, junto con otras alumnas de la END, notaron que los cánones clásicos eran insuficientes, y fue así como se integraron a una corriente moderna.

En 1946, Bravo y Mérida trabajaron para la creación de la Academia de Danza de México, y dos años más tarde, por ideologías políticas, Guillermina se separó y fundó el Ballet Nacional de México, el cual estuvo activo por casi 60 años. De estas dos academias, emergió un grupo de bailarinas con gran entrega que lucharon por reinventar la danza y consolidar una identidad más allá de las creencias antiguas. Bailarinas, coreógrafas y directoras, que forjaron lo que hoy es la sólida estructura de la danza en México, tales como Rocío Sagaón, fundadora del Ballet Contemporáneo; Gloria Contreras, precursora del Taller Coreográfico de la UNAM; Gladiola Orozco, creadora del Ballet Teatro del Espacio, y Rosaura Revueltas, bailarina invitada al Berliner Ensemble.

NELLIE CAMPOBELLO, CA. 1938. Colección: Archivo Casasola. D.R. INAH, México.

Hoy, la impronta y lucha de este gran grupo continúa a través de las niñas y jóvenes que sueñan con convertirse en grandes figuras. Así como también en aquellas que llevan el nombre de México en alto y siguen aportando su extraordinario talento, como Elisa Carrillo, Ana Elisa Mena y Greta Elizondo.

Por Marian Molina