Con el rostro huesudo, Vincent Van Gogh recibe a los visitantes; su dormitorio en Arlés ahora luce adornado con papel picado y recuerda la fiesta mexicana del Día de Muertos. La pandemia de coronavirus ha obligado a acoplarse a los nuevos tiempos y la exposición Van Gogh Alive no se ha quedado atrás. A partir de este fin de semana, la muestra itinerante que se ha presentado en más de 60 ciudades del mundo, también celebra a los difuntos.
La exposición, señala su director Bernardo Noval, terminaba en agosto, había llegado para quedarse seis meses en la CDMX, pero la pandemia forzó a extenderla “para darle a los mexicanos la oportunidad de disfrutarla”. Con una celebración mexicana tan importante "e internacional", el espectáculo agregó elementos que rinden homenaje a los muertos, al mismo Van Gogh y a Teo, su hermano, quien aguarda en la explanada del Monumento a la Madre la llegada de visitantes.
Sin ningún peligro
Con la reapertura, hace dos meses, el público respondió positivamente: la exhibición ha logrado meter 20 mil personas en ese tiempo, pero también “entendemos que la gente tiene miedo, pero también queremos darles un poco más y reforzar el mensaje de que llegando aquí los vamos a cuidar y no vamos a permitir que corran ningún peligro al disfrutar de este espectáculo”, afirma Paloma Franco, directora de comunicación de la muestra itinerante.
Durante el desarrollo audiovisual de Van Gogh Alive, el público se topará con otra sorpresa relacionada con el Día de Muertos, y de acuerdo con Noval, así seguirá sucediendo en las siguientes fechas: la Navidad o el Día de Reyes. La exposición se quedará en la Ciudad de México hasta el 31 de enero, después ya está confirmada su presencia en Monterrey, Nuevo León, donde quiere convertirse también ,en una de las preferidas del público.
Numeralia
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20 mil personas han entrado en los dos últimos meses.
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12 meses se extenderá la presencia en la CDMX.
Por Luis Carlos Sánchez