SILBATAZO INICIAL

El lado de la esperanza

A ellos y ellas, que nos hicieron ver un enorme rayo de esperanza detrás de esta grandísima tragedia, felicitarles por entender el significado del deporte más popular y hermoso del planeta

OPINIÓN

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José Eduardo Iga / Silbatazo Inicial / Opinión El Heraldo de México

Atendiendo a uno de los pilares básicos de este género de opinión, hay una periodicidad inequívoca que se debe respetar.

Dado que esta columna sale los miércoles y que al momento de castigar a las teclas de mi ordenador la reunión extraordinaria de dueños estará en desarrollo, no podría hablar de las sanciones al Querétaro, tras los deleznables sucesos en su estadio y hablar de la bronca ya estaría, como dicen los chavos de hoy, choteado. Además, suficiente bombardeo tuvimos como para continuar con tanta negatividad. Bajo esa óptica hablaré del 90 o 95 por ciento de la afición buena en este país, que indudablemente arrasa con este pequeño grupo de inadaptados sociales que se hacen llamar fanáticos al futbol, y a los que si les preguntas la alineación de su equipo seguro la desconocen.

Con el paso de los días, se van revelando poco a poco testimonios estremecedores de los lesionados o gente que vivió la tragedia en el inmueble, pero centrémonos en lo que tendría que ser la esencia del futbol. Un juego lleno de color y valores.

Washington Aguerre, arquero de los Gallos, en la trifulca aguantó a pie firme dentro del terreno de juego. Lo más sencillo e, incluso, lógico y hasta entendible, era resguardarse de inmediato con sus compañeros. Antes de hacerlo estuvo promoviendo la separación de los rijosos sin dar crédito a lo que ocurría, pero bien por él.

Hernán Cristante, técnico de la escuadra queretana. Abrió el vestuario para que pasara gente del Atlas. Antagónicos dentro del campo, pero hermanos fuera de él. Incluso hizo que algún sector de barristas se calmara. Varios le tundieron, porque en una parte de los videos que circularon habló de reventar gente fuera del estadio. Aunque controvertida la estrategia de disuasión, parece que le funcionó y evidentemente, creo, era la intención.

Se viralizó el caso de Adolfo, niño que se despojó de su playera del Querétaro para ayudar a una pareja de visitantes a que se salven en medio de la tragedia. Los radicales queretanos comenzaron a agarrar parejo persiguiendo a los rojinegros con sólo portar su indumentaria. Así como él, siguieron saliendo testimonios de más personas indicando esta misma acción a lo largo de todo el inmueble. Fanáticos nobles que, además, condujeron a algunos tapatíos a sus camionetas para sacarlos con bien.

No cabe duda que como en cualquier episodio sombrío en la humanidad, reluce siempre el otro extremo luminoso. Desafortunadamente por un pequeño número de elementos que tendrían que estar en la cárcel pagará una mayoría de personas que sólo ve el futbol como la fiesta que es. A ellos y ellas, que nos hicieron ver un enorme rayo de esperanza detrás de esta grandísima tragedia, felicitarles por entender el significado del deporte más popular y hermoso del planeta.

POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA

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