GALILEO

Recuerdos de un viaje

¿Quién no ha recibido, alguna vez, recuerdos de un viaje? ¡Fotos, videos y postales -cuando existían- siempre eran recibidas con emoción… Viajar! 

OPINIÓN

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Roberto Gaudelli / Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

¿Quién no ha recibido, alguna vez, recuerdos de un viaje? ¡Fotos, videos y postales -cuando existían- siempre eran recibidas con emoción… Viajar! 

Yo recibí, en estos días, fotos y videos de un viaje fascinante. Un viaje insólito, inimaginable. Un viaje soñado. 

El paisaje color terracota y casi completamente monocromático era enigmático, sin duda. Detrás de esas imágenes estaba la protagonista del viaje y sus palabras: “Llegué a Estados Unidos cuando tenía 17 años. No sabía inglés y busqué la forma de aprender el idioma, pagarme la universidad y estudiar algo relacionado con las personas que me interesaban”. 

Mientras miro las fotos y el video, me quedo como en un sueño; viendo la imagen, repaso los números que nos arroja la realidad, y que tomo del Cicotur, que es el oráculo de los números del turismo en México: la caída anual del PIB turístico se ubica en alrededor de 27.8%. 

La disminución en los ingresos por visitantes internacionales en comparación con 2019 fue de 13.6 mil mdd. 

No me gustan esos números, y regreso a las imágenes color ocre, me dejan ver una suave claridad y un misterioso horizonte. Busco en mis pensamientos las palabras de la protagonista del viaje: “Si yo hubiese venido aquí en primera clase, con todo pagado, no hubiese hecho lo que estoy haciendo. Empezar de no tener nada, ni siquiera idea de cómo hacerlo y, buscar la forma, es lo que me hizo notar como veo los problemas”. 

Mientras imagino los complicados detalles del viaje que la protagonista debió haber enfrentado, regreso a los números del presente: los viajes de los residentes en el país por vía aérea al exterior decrecieron 63.9%. De acuerdo con información del INAH, la disminución en el flujo de turistas nacionales a zonas arqueológicas en 2020 fue de 72.8%, y a museos de 75%. 

¿Será posible que el mundo de los viajes se haya ensombrecido tanto, en tan poco tiempo?   

Yo sigo pensando que tenemos futuro y que está, casi, a la vuelta de la esquina: los ingleses están comprando España para el verano de una manera increíble, la feria de Turismo de España ya confirmó la fecha para llevarse a cabo en mayo; Estados Unidos está vacunando a casi 2 millones por día. Y así sigue la lista de la esperanza. 

Los números de la realidad son duros, pero los del futuro son llenos de oportunidad. 

Regreso a los pensamientos de la protagonista del viaje que añoro: “Mi trabajo requiere que se me ocurra algo que no hemos hecho, que no ha pasado, que no se le ha ocurrido a nadie, que nunca hemos visto. Empezar de la nada. Quería estudiar algo relacionado con las personas que yo veía en la NASA. Trabajé con un programa para llevar cargamento a la Estación Espacial, después Curiosity, y ahora Marte 2020”. 

Retumban en mis oídos las palabras de Diana Trujillo, esta maravillosa mujer colombiana que, desde los tableros de control de la NASA, hizo posible que yo esté viendo ahora, en mi computadora, el paisaje de Marte.

POR ROBERTO GAUDELLI
@ROBERTOGAUDELLI

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