Ha llegado a la Fiscalía General de la República un expediente que generará conmoción en el mundo empresarial. Softtek, la empresa número uno en servicios tecnológicos en América Latina, está siendo investigada por defraudación fiscal a través de sus operaciones en nómina.
Se trata del primer expediente importante en contra de un cliente de Raúl Beyrutti, propietario del consorcio de outsourcing más poderoso de México, a quien recientemente se le dictó orden de aprehensión por omitir el pago parcial de cuotas obrero-patronales al IMSS y burlar el pago de otras prestaciones laborales.
Softtek es una de las muchas empresas que recurrieron a los esquemas de outsourcing de Beyrutti; las autoridades han documentado que emplearon prestanombres coincidentes. Según la investigación, entre 2019 y 2020, el grupo omitió pagar 595 millones de pesos de impuesto sobre la renta por salarios.
Junto a esta empresa de tecnología son varias más las que habrían recurrido a estos esquemas a través de Beyrutti y cuyos casos ya están o estarán en manos de la Fiscalía.
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Naturalmente, las autoridades no pueden ir sobre todos al mismo tiempo ni combatir por completo esa vasta red de simulación y factureo ilegal.
Por eso han decidido irse sobre casos emblemáticos.
El de Softtek lo es porque la empresa tenía prácticamente a la totalidad de sus cerca de 9 mil trabajadores —incluida a su presidenta, Blanca Treviño— contratada a través de mecanismos de terciarización.
Hay otros clientes de Beyrutti, sin embargo, que eventualmente podrían estar ante una situación similar, como Walmart, Hoteles Oasis y HSBC.
Al saber que iban por él, varios de ellos comenzaron a rescindir contratos, aunque algunos todavía no han pagado lo que le deben al fisco.
El caso de Softtek seguramente sacudirá al mundo empresarial y generará muchas críticas, pues se trata de una empresa conocida nacional e internacionalmente, líder en su sector y con presencia en varios países.
Pareciera, sin embargo, que las autoridades buscan utilizar este y otros casos para mandar un mensaje claro.
El esfuerzo del SAT (Servicio de Administración Tributaria) y la Procuraduría Fiscal para combatir la evasión y la elusión fiscal, que ha permitido ya incrementar considerablemente la recaudación incluso en un contexto de pandemia, pasa en gran medida por este tipo de acciones.
Muchas de las empresas mencionadas deben gran cantidad de impuestos y están dispuestas a ampararse hasta la eternidad para evitar pagar lo que les corresponde.
Un expediente bien fundamentado es la mejor manera que tienen las autoridades hacendarias para obligarlos a regularizarse. También es un mensaje poderoso a las empresas para que empiecen a tomarse el pago de impuestos realmente en serio.
POR HERNÁN GÓMEZ BRUERA
HERNANFGB@GMAIL.COM
@HERNANGOMEZB
dza