¿Estamos tomando decisiones en función de lo que sucede y sus consecuencias reales o de lo que cada uno de nosotros consideramos como ideal o peor aún de lo que creemos que los demás esperan y por tanto nos dará mejores resultados personales?
El segundero del reloj pandémico descarta la primera opción, lo que hace que nos acostumbremos a la mal entendida incertidumbre y empecemos a obviarla, lo que a su vez, es equivalente a tener síntomas #Covid-19 y seguir en la calle.
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Son cuatro los factores que debemos sumar a nuestra matriz de decisiones empresariales este 2021. Primero, la visión social esta dejando atrás a la sustentabilidad como eje y lo establecido por el World Economic Forum en la materia.
Hoy no se trata del corporativo, sino de lo que la persona y empresa hacen juntos.
Tampoco de una visión ecologista, sino una integral. Usar mejor los recursos naturales lo obvio, respetar a la persona es el pilar de acción y lo que debemos comunicar.
Segundo, hay una mayor dificultad de acceso a los mercados vinculada, en el corto plazo con el confinamiento o semáforo rojo, y que cobra mayor relevancia porque aún no se termina de entender cómo ha cambiado el virus el comportamiento del consumidor.
La polémica y problemática relacionada con los tanques de oxígeno en México y la confusión y abuso del comportamiento de la oferta y la demanda, es vista como un problema coyuntural. La realidad es que ha sido la forma en la que el sector salud privado y las compañías de seguros han inflado los precios históricamente lo que ha convertido a la salud en un lujo. El precio también hace inaccesible un mercado.
En el tercer factor se conjugan el segundo y las distorsiones en la economía que la pandemia esta generando. Por ejemplo, priorizar a la población vulnerable en la estrategia de distribución es políticamente correcto y adecuado en el corto plazo, pero es necesario incorporar a la discusión cómo se cortan las cadenas de contagio, como incorporamos las vacunas al restablecimiento de sectores prioritarios. Recordemos que de la vacunación pende también la recuperación económica.
Equilibrio entre preservar la vida y la economía es posible, pero hay que sumar al análisis algo más que la edad a la toma de decisiones. ¿Tendrán esto en cuenta el Doctor López Gatell y la Secretaria Clouthier?
Cuarto, la contención de la caída de la economía mexicana y el aumento en la expectativa de crecimiento por organismos internacionales y calificadoras para este 2021, nos debería dejar aún más claro que la estructura económica global actual depende mayoritariamente del trabajador y del consumo, no de las decisiones de política económica del gobierno.
Hay una reconfiguración local y global del papel que estamos jugando los distintos actores de la economía y la sociedad. ¿Quién va a tomar el liderazgo en la materia? ¿Las empresas o organismos empresariales? ¿Los políticos de la transformación? ¿El mercado? Todo depende de quien deja primero el ideal y empieza a actuar más sobre lo que pasa y sus consecuencias.
POR ÓSCAR SANDOVAL
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ
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