La exposición Momentos, primera exposición de la artista Mónica Suárez, que, por ahora, permanece de forma indefinida en la Galería Darío Suárez, amalgama las memorias que habitan en la pintora, a través de 35 obras.
En entrevista, Suárez contó que el arte llegó a ella como una especie de revelación, motivo por el que los lienzos que presenta se conforman por elementos dispares que van de la lucha de los toros, a los músicos, figuras abstractas, insectos y animales como caballos o elefantes, una combinación, que, dice, manifiesta la dualidad de la vida.
“Cada cuadro es una meditación sobre los contrastes inherentes a la existencia, ya que, por una parte, los toros simbolizan la lucha interna, la lucha diaria y la lucha por el dominio; mientras que los personajes con instrumentos musicales denotan mucha más armonía, y, a lo mejor, una conexión con algo más divino. Los elefantes, por ejemplo, son los guardianes de la memoria y la tradición, pero también nos recuerdan la importancia de honrar al pasado”, explicó la artista, durante la inauguración de la muestra.
Mientras que las abstracciones, contó, emergen en la obra como una exploración de lo intangible, de las emociones y los pensamientos, que, a lo mejor, “no se capturan con palabras, pero sí con una paleta de colores, un pincel y un lienzo”.
“La verdad no sólo quise colgar cuadros por colgar, quería que fuera una reflexión sobre aquello que nos define, es decir, la fuerza y la suavidad, el caos y el orden, el pasado y el futuro, todo eso”, compartió Suárez, para quien sus obras son como tejer una narrativa visual del trascender de la vida y de cómo se nos invita a contemplar las complejidades de la misma.
Por Azaneth Cruz
EEZ