Sin dar tregua la inflación, al ascender a 5.57 por ciento anual en julio, aumentando por quinto mes consecutivo y alcanzando su nivel más alto en 14 meses, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los precios al consumidor continuaron presionados por las frutas y verduras, que registraron una inflación anual de 23.55 por ciento desde el 19.73 por ciento anual previo, sumando ocho meses consecutivos a tasas de dos dígitos, mientras que los agropecuarios en general aumentaron 13.72 por ciento anual.
Esto, más el incremento de 7.31 por ciento anual en los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, llevo a que la inflación no subyacente se ubicara en 10.36 por ciento anual, su registro más alto desde agosto de 2022, cuando la inflación general llegó a su punto más alto en 20 años.
Así, los productos que tuvieron mayor incidencia en el aumento de la inflación y por los que tuvieron que pagar más los mexicanos fueron el jitomate con un aumento de 33.34 por ciento, gas doméstico LP con 6.70, naranja con 18.57, cebolla con25.08, gasolina de bajo octanaje con 1.14, aguacate con 17.01.
Además del costo de la vivienda propia con 0.34 por ciento más, del huevo con 3.67, del aumento en los precios de loncherías, fondas, torterías y taquerías de 0.62 y de la carne de cerdo de 4.77 por ciento.
Aún así, la inflación anual subyacente, la que refleja la tendencia de los precios en el mediano y largo plazo, bajó a 4.05 por ciento anual, presentando una tendencia sostenida a la baja durante los últimos 18 meses, apuntó Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico, Financiero y Bursátil de Grupo Financiero Monex.
Sin embargo, aún existe el riesgo de contaminación de la inflación no subyacente hacia los precios de mercancías alimenticias, aunado a una continua presión por parte del componente de servicios, consideró Ricardo Aguilar Abe, economista en jefe de Invex Grupo Financiero.
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