MÚSICA

The Doors: 'The Soft Parade', el ÁLBUM que los llevó al FRACASO; esta es su historia | RESEÑA

«The Soft Parade» no contiene ningún sólo de guitarra ni órgano

CULTURA

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Los angelinos decidieron experimentar con instrumentos de viento y metales. Foto: Especial.Créditos: Especial.

Para su cuarto álbum, The Doors decidieron incluir arreglos de metales y cuerdas, alejándose de su sonido psicodélico y oscuro, presente en sus tres primeros trabajos (en especial «The Doors» y «Strange Days»).

«The Soft Parade» no contiene ningún sólo de guitarra ni órgano. La idea de este cambio en la dirección artística fue del organista Ray Manzarek y el baterista John Densmore, ambos fanáticos al jazz. Por su parte, Jim Morrison atravesaba el proceso legal después de su arresto en Miami durante 1968. Al mismo tiempo, Robby Krieger perfeccionaba su capacidad como compositor.

Cambio de sonido

El álbum fue destrozado por la crítica especializada, sonaba anticuado para el verano de 1969.

Sin embargo, los metales brillan en «Tell All The People», escrita por Krieger, la cual Morrison se negaba a cantar por la inclusión de la línea «get your guns». Una canción de corte jazzístico que muestra a la banda en un momento de lucidez. Un buen inicio.

La voz de Morrison suena desgastada, pero encaja a la perfección en «Wild Child» y «Wishful Sinful» esta última con un deslumbrante arreglo de cuerdas tan evocador. Una canción subestimada. Robby Krieger tuvo una mayor participación en la parte de la composición e hizo su debut como cantante en «Runnin' Blue» (en la que se incluyó un arreglo de banjo).

Por su parte, «Shaman's Blues» y «The Soft Parade» representan el punto alto del álbum. Con cambios de ritmo interesantes, mantienen el carácter intelectual de los angelinos. Ambas canciones son autobiográficas de Jim Morrison.

Publicado el 18 de julio de 1969.
Foto: Discogs.

Éxito de ventas

A pesar de la malas críticas, «The Soft Parade» fue un éxito de popularidad. Llegó a la sexta posición del Billboard apuntalado por el sencillo «Touch Me», editado en diciembre de 1968, que se colocó en el tercer lugar.

El álbum fue presentado con una carátula que mostraba una lejanía del cuarteto, The Doors se empezaban a cansar de su exposición mediática, y una carpeta desplegable con una pintura ácida.

Un año después, regresaron a sus raíces blueseras con «Morrison Hotel/Hard Rock Cafe».

Por RODRIGO CASTILLO.